Las alteraciones (aumento o disminución) en la hormona de la tiroides, encargada de regular el metabolismo y de suministrar al cuerpo la energía que necesita para realizar las funciones básicas, causan un gran impacto en la salud, tanto a nivel físico, metabólico e incluso a nivel mental y anímico, llegando a desencadenar trastornos como la depresión, por lo cual existe una amplia relación entre la tiroides y estado de ánimo, ya que se presenta una disminución de serotonina a nivel cerebral, un neurotransmisor encargado del control de las emociones y el estado de ánimo, el apetito, control de la temperatura corporal y el apetito sexual.
Dichas alteraciones tienden a presentarse con mayor índice en las mujeres, puesto que tienen más variaciones hormonales debido a la concentración de estrógenos durante toda la vida y que las hacen más susceptible a modificar su respuesta inmunológica; además contribuyen antecedentes genéticos.
Los tipos de tiroides son:
- Hipertiroidismo: aumento excesivo de hormonas de la glándula.
- Hipotiroidismo: disminución insuficiente de hormonas de la glándula.
Estos dos tipos de alteraciones repercuten de forma distinta en quien la padece, tanto en el plano físico como en el psicológico.
Síntomas físicos del hipertiroidismo
- Aumento de peso.
- Período menstrual irregular.
- Intolerancia a espacios fríos.
- Baja frecuencia cardíaca.
- Cansancio o sensación de agotamiento.
- Estreñimiento.
- Resequedad en piel.
- Perdida de cabello.
- Agrietamiento de uñas.
- Calambres musculares.
Síntomas físicos del hipotiroidismo
- Pérdida de peso.
- Dificultades en la atención.
- Intolerancia al calor.
- Frecuencia cardíaca más alta.
- Bocio o aumento del tamaño de la glándula tiroides (puede causar tos, ronquera, dificultad para tragar o respirar.
- Fatiga o debilidad muscular
- Estreñimiento.
- Náuseas y vómitos.
- Dificultad para conciliar el sueño.
Tiroides y depresión
La relación entre tiroides y estado de ánimo es cada vez más evidente, debido al avance en los estudios que revelan la relación entre las enfermedades tiroideas y trastornos psicológicos como la depresión o el estrés, de allí la importancia de la prevención y un diagnóstico a tiempo, con el fin de realizar una intervención oportuna en todos los ámbitos.
Una de las quejas más frecuentes con relación a las alteraciones psicológicas, son dificultades en procesos mentales como la atención, la memoria y la concentración. Así mismo se ve afectado el estado de ánimo, generando sentimientos de tristeza, apatía, perdida de interés, labilidad emocional (cambios bruscos de humor), sumado a otros factores (estresores económicos, familiares etc.) se puede llegar a desarrollar depresión y en casos más severos que no reciben o buscan tratamiento adecuado, puede derivarse en demencia.
Por otro lado, también puede descompensar el ciclo del sueño generando insomnio, lo cual influye en una mayor irritabilidad y agitación mental en estado de vigilia, así como problemas de tipo cardiovascular, óseo, muscular y reproductivo, ya que los niveles bajos de hormona tiroidea interfirieren en la ovulación, lo que puede afectar la fertilidad.
En cualquiera de los dos tipos de afectación en la tiroides, tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo existe un indicador en común y es la presencia de sintomatología asociada a la depresión. Por ello es importante detectar síntomas a tiempo y buscar ayuda profesional, con el fin de iniciar una intervención para la depresión que permita llevar una vida mucho más funcional pese al diagnóstico de base asociado a la tiroides.
Además de ello y lo más importante es adoptar hábitos de vida saludable, incrementando la actividad física, llevando una adecuada higiene del sueño y alimentación balanceada.